Chile

Agustín Cabañas, gerente general de R&Q Ingeniería.

Potenciemos el orgullo de ser un país minero

miércoles 10 de julio del 2024.- La historia de la humanidad nos demuestra que cuando algo se tiene, no se extraña. Cuando no está, hace falta. El peligro de aquello es acostumbrarse, es considerar “dado” o ya ganado un estado o una forma de vivir. La minería vive ese riesgo: el de darla por descontada, de que siempre estará ahí siendo “el sueldo de Chile” y que es una carrera que nuestro país tiene controlada. Pero no es tal y jamás lo será: el éxito vivido se ha consolidado en décadas y es bueno tenerlo presente ad-portas de un nuevo Mes de la Minería.

Existe una generación de chilenos que hoy tiene 20 años de edad, que nació en un Chile que exportaba cobre por USD $7.999 millones en 2003 y que al cabo de 20 años aumentó los ingresos pasando a USD $ 43.344 millones en 2023, un alza de 441%, según los datos de la balanza comercial entregados por el Banco Central de Chile.

Se estima que por cada empleo directo en la minería se generan 2,55 empleos indirectos, llegando a representar el 10% de los empleos totales del país. El impacto en el desarrollo es sin precedentes y debemos cuidarlo.

En la reciente Exponor 2024 vivimos un real orgullo minero y demostró la capacidad de nuestra minería, pionera y de vanguardia a nivel mundial. Esto era evidente a los ojos de todos con pabellones llenos, interacciones, eventos paralelos de gran éxito y nutridos stands.

¿Pero quiénes lo vimos? Los mismos que estamos inmersos en el mundo minero diariamente.

En ese contexto, animo a renovar la visión país. Hay que empujar un orgullo minero más allá de quiénes directamente trabajamos en esta industria: debemos fortalecer la explicación de cómo la minería ha permitido tanto desarrollo personal, familiar, humano, material, en infraestructura, en conocimiento, en mejoras para la humanidad gracias a los minerales que Chile exporta.

Para nadie es desconocida la situación de Codelco, de los impuestos a la minería, de la permisología en general en el país, de la opinión pública sobre esta industria de Chile. No nos podemos permitir un relajo, debemos dar señales.

Perú y Congo, en conjunto, prácticamente igualan la producción de cobre de Chile en 2023. China, principal comprador del metal rojo local, logró producir casi 1 tercio de lo que consiguió nuestro país. Bemoles hay y miradas debatibles siempre, pero estamos empezando a ser acompañados y debemos recalcular ya dado que estamos perdiendo competitividad. La industria minera no cambiará a la velocidad de una actualización de software: requiere de recursos, planificación, consistencia, mirada de décadas, cultura y conocimiento minero, las cuales son fortalezas que Chile tiene.

La minería no genera orgullo por ese toque de superación empresarial. Genera orgullo porque ha sacado gente de la pobreza extrema, ha educado a nuevas generaciones, ha traído bienestar material y espiritual, ha permitido infraestructura de primer nivel y carreteras de excelencia. Ha traído a los chilenos a un mejor estar y vivir. En simple, en este ámbito Chile sí es campeón mundial.

Cuidemos la minería, potenciemos el orgullo de ser un país minero y traspasémoslo a las nuevas generaciones.


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